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ALEX

Dragonfly, la sombra de la libélula

Dragonfly,  la sombra de la libélula Intentaré exponer está película que revisioné hace unos poco días...

A pesar de que tienden a clasificarse en la misma categoría, creo que hay dos muy distintas tendencias en el cine de horror, claramente visibles desde los albores del género: un estilo pretende ocasionar genuino miedo y ansiedad a través de implicaciones y sugerencias, haciendo partícipe al espectador con el uso de su imaginación; el otro estilo prefiere crear revulsión y desagrado por medio de imágenes grotescas, violentas y, algunos dirían, ofensivas.
"El Misterio de la Libélula" pretende apuntarse a la corriente psicológica. Su manejo de lo desconocido es razonablemente bueno, y es de aplaudir la ausencia de acaparadores efectos especiales y de sustos baratos (con un par de excepciones), a cambio de un pausado ritmo en el que se pone más atención al desarrollo de los personajes y a sus reacciones ante los sobre-naturales hechos que experimentan.
Los eventos se dan cuando el Dr. Joe Darrow pierde a su esposa, quien fallece en un accidente mientras hace labor altruista en Sudamérica. La mu-jer, junto con un grupo de nativos, se pierde en un río, lo que deja al Dr. Da-rrow intranquilo, pues ni siquiera pudo sepultar propiamente el cadáver de su esposa. Entonces comienzan a mani-festarse ciertos eventos que podrían o no ser sobrenaturales, lo que hace que el doctor empiece a dudar de su mente, pues a pesar de que su ideología va en contra de todo lo sobrenatural, es testigo de hechos que bien podrían dejar poca duda al respecto. Así comien-za su investigación para averiguar lo que todo eso significa y si realmente su esposa está tratando de comunicarse desde el más allá.
Aunque no tiene mucho éxito como película de terror, "El Misterio de la Libélula" deja satisfechos a muchos espectadores casuales que encontrarán la tersa combinación de hechos paranormales con filosofía pop espiritual moderna muy agradable y tranquilizadora. Yo casi la encontré demasiado falsa en su intención por congraciarnos con los protagonistas y demasiado cautelosa en el trato de lo supernatural. Como en tantas ocasiones ocurre, parece que el mensaje de la cinta es de confor-midad y aceptación, más que de auténtico deseo por provocar el interés intelectual del público.
Desde luego no se esperaría otra cosa de Kevin Costner, quien con su legendario ego tal vez manipuló la película para que se ajustara a su ideología. O tal vez el director Tom Shadyac (más conocido por sus comedias con Jim Carrey) carece de la sutileza y visión necesaria para tratar un tema tan frágil y delicado con el debido balance de impacto y suspenso.
"El Misterio de la Libélula" cuenta con algunos buenos momentos, pero su políticamente correcta resolución es anticlimática, predecible y demasiado conveniente. Tal vez complazca al espectador casual, pero los aficionados al terror sin duda quedareis descepcionados.

© 2005 ALEX MELGARES

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