Retratos de una obsesión
Hacía tiempo que deseaba ver esta película, y evidentemente el motivo es Robin Williams. Tengo que comenzar confesando mi predilección hacia este actor, en este film trae un Williams desconocido para mi, creo que se le filtra ese payaso necesitado de cariño, pero este no o es el caso.
Demuestra un manejo de un rol dramático a la altura de cualquiera de los mejores actores del mundo, Williams lleva a delante este film desde un lugar desconocido.
Aquí, Williams es Sy Parrish, el encargado de un local de fotos, en un supermercado tipo Carrefour, toma su trabajo como un arte. Cada detalle es importante, y la atención al cliente es óptima, con regalos de cámaras el día de su cumpleaños, o copias extras. Las razones de su entera dedicación es que como muchos otros vendedores que pasan horas y horas en el trabajo, Sy no tiene "otra" vida. Vive solo, mirando televisión casi todo el tiempo, en un piso casi vacío, con sólo una pared llena de copias y copias de una sola familia... La familia Yorkin, el padre Will (Michael Vartan) su mujer Nina (Connie Nielsen) y su hijo, Jakob (Dylan Smith, lo conocerán en su casa a la hora de comer). Son como una familia adoptiva, a la cual vio crecer durante cinco años de copias y copias... La estabilidad mental de Sy comienza a deteriorarse y llegan las peleas con su jefe, las persecuciones a la familia, donde descubre que el marido es infiel, se siente traicionado y entonces viene...
un retrato devastador de la precaria situación psicológica de un hombre, narrado con ritmo y eficiencia por el director Mark Romanek.
© 2005 ALEX MELGARES
Demuestra un manejo de un rol dramático a la altura de cualquiera de los mejores actores del mundo, Williams lleva a delante este film desde un lugar desconocido.
Aquí, Williams es Sy Parrish, el encargado de un local de fotos, en un supermercado tipo Carrefour, toma su trabajo como un arte. Cada detalle es importante, y la atención al cliente es óptima, con regalos de cámaras el día de su cumpleaños, o copias extras. Las razones de su entera dedicación es que como muchos otros vendedores que pasan horas y horas en el trabajo, Sy no tiene "otra" vida. Vive solo, mirando televisión casi todo el tiempo, en un piso casi vacío, con sólo una pared llena de copias y copias de una sola familia... La familia Yorkin, el padre Will (Michael Vartan) su mujer Nina (Connie Nielsen) y su hijo, Jakob (Dylan Smith, lo conocerán en su casa a la hora de comer). Son como una familia adoptiva, a la cual vio crecer durante cinco años de copias y copias... La estabilidad mental de Sy comienza a deteriorarse y llegan las peleas con su jefe, las persecuciones a la familia, donde descubre que el marido es infiel, se siente traicionado y entonces viene...
un retrato devastador de la precaria situación psicológica de un hombre, narrado con ritmo y eficiencia por el director Mark Romanek.
© 2005 ALEX MELGARES
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