Iris
Primera película que recomiendo hoy y ví ayer en Digital +, se trata de Iris, un film británico que me atrajo en un principio por Judi Dench, una gran actriz y no me defraudó por Kate Winslet que no me agrada mucho pero no lo hace mal.
Dos palabras que definen para mí esta cinta son Amor y Alzheimer, y así es. ACabo de observar en el cartel de la peli que obtuvo tres nominaciones a los oscars en el 2003 para sus principales intérpretes y que supuso el codiciado galardón para el veterano Jim Broadbent, otra que lo hace muy bien. Se trata de un relato biográfico de la filósofa y escritora irlandesa Iris Murdoch, casada con el también novelista John Bayley y de su peculiar historia de amor en los últimos años de su vida en común, afectada ella por la enfermedad de Alzheimer.
En noventa comprimidísimos minutos el director Richard Eyre, autor, repasa la vida de la escritora centrándose en la relación con su esposo y la aparición de la enfermedad. En un bien estructurado juego entre el presente y el pasado, con un montaje ágil y explícito, el guión presenta a los protagonistas como personas, sin excesivas honduras sobre su pensamiento y obra. Se trata de mostrar el horror y la tristeza del deterioro intelectual, más patente cuando afecta a una mente privilegiada, y el valor del amor frente a tal situación como fuente de paciencia y ternura.
En ese sentido el pasado sirve para comprender las reacciones del presente, aunque sea necesario exigir al espectador un cierto grado de imaginación ante lo esquemático de la exposición a la que cabe reprochar que pase de puntillas sobre hechos y situaciones que deberían definir mejor a los personajes. Pero ante todo la película es un típico vehículo para la interpretación, para el lucimiento de un cuarteto protagonista, repito una vez más que sencillamente excepcional e inmejorable. Muy recomendable.
ALEX MELGARES
Dos palabras que definen para mí esta cinta son Amor y Alzheimer, y así es. ACabo de observar en el cartel de la peli que obtuvo tres nominaciones a los oscars en el 2003 para sus principales intérpretes y que supuso el codiciado galardón para el veterano Jim Broadbent, otra que lo hace muy bien. Se trata de un relato biográfico de la filósofa y escritora irlandesa Iris Murdoch, casada con el también novelista John Bayley y de su peculiar historia de amor en los últimos años de su vida en común, afectada ella por la enfermedad de Alzheimer.
En noventa comprimidísimos minutos el director Richard Eyre, autor, repasa la vida de la escritora centrándose en la relación con su esposo y la aparición de la enfermedad. En un bien estructurado juego entre el presente y el pasado, con un montaje ágil y explícito, el guión presenta a los protagonistas como personas, sin excesivas honduras sobre su pensamiento y obra. Se trata de mostrar el horror y la tristeza del deterioro intelectual, más patente cuando afecta a una mente privilegiada, y el valor del amor frente a tal situación como fuente de paciencia y ternura.
En ese sentido el pasado sirve para comprender las reacciones del presente, aunque sea necesario exigir al espectador un cierto grado de imaginación ante lo esquemático de la exposición a la que cabe reprochar que pase de puntillas sobre hechos y situaciones que deberían definir mejor a los personajes. Pero ante todo la película es un típico vehículo para la interpretación, para el lucimiento de un cuarteto protagonista, repito una vez más que sencillamente excepcional e inmejorable. Muy recomendable.
ALEX MELGARES
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