"Jesús Gil fallece"
Y parece mentira, le doy las gracias al genial periodista Manuel Esteban por este artículo publicado hoy en el diario "AS" y por cederelo para publicarlo en mi página.
Esta mañana estaba afectado cuando hablé con él, un gran periodista que nos retrata a este hombre más bueno que malo y que sin duda hecharemos de menos.
15/05/2004
No soy objetivo a la hora de hablar de Jesús Gil. Tengo el corazón partido, ya que por encima de todo, el presidente del Atlético siempre fue un amigo. Tuvimos nuestras diferencias, pero siempre se portó conmigo con sinceridad. Lo que nunca olvidaré de él es aquella noche del verano del 92, cuando, haciendo guardia en el Consejo Superior de Deportes, llegó a última hora con el dinero para cubrir el capital social que era necesario para que el club se transformara en sociedad anónima y no bajara a Segunda B. Había muchos rojiblancos de boquilla en un momento tan delicado y al final fue él el salvador. Durante sus 17 años de gestión siempre ha intentado que el Atlético estuviera entre los grandes. Se ha ido sin poder disfrutar de la Champions y del nieto varón que por fin le iba a dar Miguel Ángel.
Cambió muchas modas en el fútbol español, en especial el respeto reverencial que había que mantener con los vestuarios, cuando era él el que ponía su dinero. Pese a que siempre le acusaron de charlatán y exaltado, nunca saltó al ruedo sin haberse tomado su tiempo. Ese tiempo que le faltará para conocer a su primer nieto, Raúl, que nacerá a finales de mes. Hasta siempre, amigo rojiblanco.
MANUEL ESTEBAN
Esta mañana estaba afectado cuando hablé con él, un gran periodista que nos retrata a este hombre más bueno que malo y que sin duda hecharemos de menos.
15/05/2004
No soy objetivo a la hora de hablar de Jesús Gil. Tengo el corazón partido, ya que por encima de todo, el presidente del Atlético siempre fue un amigo. Tuvimos nuestras diferencias, pero siempre se portó conmigo con sinceridad. Lo que nunca olvidaré de él es aquella noche del verano del 92, cuando, haciendo guardia en el Consejo Superior de Deportes, llegó a última hora con el dinero para cubrir el capital social que era necesario para que el club se transformara en sociedad anónima y no bajara a Segunda B. Había muchos rojiblancos de boquilla en un momento tan delicado y al final fue él el salvador. Durante sus 17 años de gestión siempre ha intentado que el Atlético estuviera entre los grandes. Se ha ido sin poder disfrutar de la Champions y del nieto varón que por fin le iba a dar Miguel Ángel.
Cambió muchas modas en el fútbol español, en especial el respeto reverencial que había que mantener con los vestuarios, cuando era él el que ponía su dinero. Pese a que siempre le acusaron de charlatán y exaltado, nunca saltó al ruedo sin haberse tomado su tiempo. Ese tiempo que le faltará para conocer a su primer nieto, Raúl, que nacerá a finales de mes. Hasta siempre, amigo rojiblanco.
MANUEL ESTEBAN
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